Nuestro admirado Sagmeister y su socia, Walsh (http://www.sagmeisterwalsh.com/), acaban de presentar su último proyecto: la identidad visual para el Museo Judío de Nueva York. Este museo fue fundado en 1904 y alberga cerca de 30.000 piezas.
Con el fin de alcanzar mayores audiencias, la entidad encargó a Sagmeister & Walsh la creación de una nueva identidad más contemporánea.
La nueva marca se basa en una serie de retículas y patrones derivados del mismo sistema geométrico que las formas judías de la Estrella de David, la Flor de la Vida y el Cubo de Metatron (una figura geométrica de 13 crículos iguales cuyos centros se conectan unos con otros). Los orígenes de estas geometría se remontan a la creencia de que Dios creó el universo según un plan geométrico y que todo puede explicarse mediante leyes matemáticas.
"Esta geometría ha sido usada en la planificación y construcción una gran cantidad de obras artísticas y arquitectónicas religiosas, y nosotros lo hemos utilizado para crear todos y cada uno de los elementos de la marca: logo, iconos, ilustraciones, tipografías, patrones..." explica Walsh.
El estudio ha creado varias tipografías basadas en estas retículas. Iconografía e ilustraciones también se han basado en estos mismos patrones geométricos. Todos estos elementos, usados conjuntamente crean tramas muy visuales.
La paleta de color primaria es negra, blanca y azul, y este azul está inspirado en el Tekhelet - un tinte textil mencionado en la biblia hebrea, un tono muy importante en la cultura judía. "Añadimos un color rojo-anaranjado vibrante, pantone 805c, para usarse ocasionalmente junto al azul para aportar contraste y modernidad".
Este sistema de retícula geométrica dota en realidad de gran flexibilidad a la marca ya que a veces puede crear estructuras más elegantes y sofisticadas y en otras ocasiones puede verse más joven y moderna, pero siempre construyéndose sobre los mismos patrones, de manera que todo se percibe unificado. Esto permite al museo una gran flexibilidad a la hora de diseñar material para su amplio rango de programas y su audiencia diversa e intergeneracional.
En definitiva, un completo proyecto de branding que reafirma a este estudio neoyorkino como uno de los mejores del mundo.